Cincuenta años del azulejo de la Virgen del Carmen de San Gil, en la calle San Luis

El azulejo fue dedicado por los hermanos del Carmen a su Virgen y se encuentra situado
en la fachada del templo de San Gil, adosado en el muro exterior de su sacristía, frente a
la casa número 125 de la calle San Luis.
Su bendición tuvo lugar el domingo 13 de mayo de 1973, al término de la función en
honor de la Santísima Virgen y fue encargado por el entonces hermano mayor, D. Manuel
Maldonado Ordóñez, importando 12.000 pesetas.
Según podemos saber por los anales de nuestra corporación redactados por el recordado
Juan Martínez Alcalde, la Hermandad a finales de la década de 1960 y principios de los
setenta no estaba sobrada de recursos económicos, hasta el punto de no efectuar su salida
procesional algunos años, quedando constancia en un acta del año 1972 la propuesta de
un hermano de que si la Virgen no podía salir, se dedicara el dinero existente en las arcas
de la Hermandad a sufragar la colocación de un retablo cerámico en la fachada.
Así pues el retablo fue encargado a la firma Cerámica Santa Ana, dirigida artísticamente
por el prestigioso pintor Antonio Kiernam Flores (1902-1976), que por entonces tenía
setenta años de edad y ya jubilado había disminuido notablemente su agotador ritmo de
trabajo. La ejecución fue encomendada a su discípulo Facundo Peláez Jaén (1928-1999),
que desde 1944, fecha en que ingresó en la prestigiosa fábrica trianera, había sido la mano
derecha del maestro, colaborando en muchos de los retablos devocionales que luego
retocaba y firmaba Kiernam. Ha de señalarse que la moldura de cerámica en relieve que
lo enmarca y la repisa inferior son de factura anterior, hacia los años cincuenta de la
pasada centuria, que se utilizaban como complemento decorativo de los azulejos y
retablos religiosos y los podemos encontrar frecuentemente en piezas de la época. Se
iluminó por sendos faroles de cerrajería artística y originalmente tuvo un limosnero.
Desde los últimos años del siglo XX el retablo venía presentando cierto deterioro, pues
algunas de las piezas del marco estaban desprendidas, un botellazo había hecho impacto
en sus azulejos inferiores y el limosnero había sido forzado en varias ocasiones. Según el
testimonio del pintor ceramista José Luis Cano Fernández (Sevilla, 1962 – ), con taller en
la calle Pozo, autor de algunos retablos cerámicos dispersos por las calles del barrio de la
Feria y la Macarena: “Hacia el año 2007 mantenía amistad con un hermano del Carmen
de San Gil de nombre Salvador, no recuerdo su apellido (Begines Salvatierra), que
regentaba una tienda de flores en la calle San Luis, frente al retablo. Estaba preocupado
por el deterioro progresivo del azulejo, así que con su iniciativa la hermandad decidió
adecentar el retablo, fijar las piezas del marco, arreglar los faroles y retirar el limosnero,
que fue sustituido por un azulejo con el nombre de la Virgen que yo pinté, aplicando unos
tonos de color en consonancia con los utilizados por Facundo Peláez más de treinta años
antes, cuya formulación era muy distinta y por tanto difícil de igualar. Firmé la pieza
junto a la orla con la palabra “Sol”, ya que algunas obras de mi taller las rotulo así, o
como “Sol de Sevilla”.
Posteriormente, la mañana del sábado 17 de abril de 2021 apareció destrozada la esquina
derecha del retablo, por lo que se procedió a realizar una restauración integral del mismo por
parte de Dª. Isabel Parente, ceramista a cargo del mantenimiento de la azulejería de la Plaza
de España, quién restauró los puntos más deteriorados tanto del azulejo en sí como de la
repisa. Precisamente la restauración de la esquina derecha de la repisa no ha conseguido elresultado deseado quedando pendiente de una nueva intervención.
Por último, queremos agradecer a D. Martín Carlos Palomo García, que es uno de los
mejores conocedores de los retablos cerámicos cofrades de Sevilla, toda la información
aportada para la elaboración de esta reseña sobre nuestro retablo cerámico de la Virgen del
Carmen